viernes, 12 de marzo de 2010

Chile

La noche se quebró
y un oscuro sedimento
cayó sobre las flores.
Quiero ser tu boca desde el útero de la tierra,
háblame a través de la sangre,
emerge como grito por mis venas.
Ya siento tu voz,
veo tus manos
que trepan desde el abismo del dolor,
tus ojos abiertos buscando el día,
te levantas de los escombros,
de ese tiempo suspendido.
Vuelves a nacer.

(A mis antepasados que desde su Chile natal anclaron en la Patagonia argentina y allí echaron raíces; a Violeta, que se escapaba por las noches frías de Chonchi a caballo desobedeciendo a sus padres, con su largo pelo azabache flameando al aire, rebelde, corajuda, pálida y hermosa... mi abuela, que emerge desde cada gota de mi sangre. A todo Chile después del temblor)